Crisis en el Metropolitano: ¿Medidas serán suficientes?

Medidas serán suficientes

Ante el anuncio de reformas en este sistema de transporte, expertos de la Universidad del Pacífico señalan que el principal problema radica en la falta de planificación, estructuración y visión a futuro en su desarrollo. Crisis en el Metropolitano: ¿Medidas serán suficientes?

En medio del anuncio de Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU) de eliminar las colas de sentados del Metropolitano y fusionar rutas para agilizar viajes, cabe preguntarse si estas medidas realmente van a contribuir a una mejora significativa de este servicio que -diariamente- traslada más de 700 mil personas.

¿Medidas serán suficientes?

Y es que, como recordemos, la falta de eficiencia en el proceso de embarque y desembarque, una flota de buses insuficiente y en mal estado y otros problemas operativos han contribuido a que muchos de sus usuarios sientan que este sistema no está cumpliendo con sus expectativas.

Desafíos de un sistema deficiente

Luciano Stucchi, profesor del Departamento de Ingeniería e Investigador de la Universidad del Pacífico, destaca que el punto de origen de estos problemas radica en la falta de planificación, estructuración y visión a futuro que ha caracterizado el desarrollo del Metropolitano en sus funciones. Esta carencia, según comenta el experto, está estrechamente relacionada con la falta de voluntad política de varios gobiernos, que no han priorizado el derecho constitucional de los ciudadanos de contar con un servicio de transporte público digno, eficaz y eficiente. 

Por su lado, Gianfranco Iparraguirre, Profesor de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, destaca que esta carencia afecta directamente la protección del consumidor, un derecho constitucional que todos los ciudadanos poseemos.

En primer lugar, está el derecho a la seguridad, que implica tener un servicio metropolitano seguro. Luego, está el derecho a la información, que implica estar informados sobre los elementos del servicio y qué podemos exigir”, explicó Iparraguirre. “Finalmente, está el derecho de idoneidad, es decir, recibir un servicio de transporte público que cumpla con nuestras expectativas y necesidades”, afirmó.

Como respuesta a esta situación de insatisfacción, se presenta el fenómeno de los colectivos, que vienen a ser un reflejo de cómo las leyes de oferta y demanda operan en un mercado donde el servicio público no satisface todas las necesidades de los usuarios.

Regular los colectivos sería una pésima idea en todos los aspectos. Aunque puede parecer que ofrece protección a sus usuarios, en realidad significa renunciar por completo a un sistema de transporte integrado”, explicó Stucchi. Además, implicaría imponer regulaciones que van en contra de su naturaleza informal. La esencia de un colectivo es su flexibilidad y bajo costo, lo cual se perdería con la formalización”, afirmó.

Hacia una transformación urgente

Dada la complejidad del problema, la solución no es sencilla. Sin embargo, es imperativo que las autoridades pertinentes demuestren voluntad política y tomen medidas concretas para abordar estos problemas de manera efectiva. Se requiere una acción inmediata para mejorar la situación y garantizar un servicio de transporte público seguro y eficiente para todos los ciudadanos.

Si bien los ciudadanos pueden hacer uso del libro de reclamaciones, la herramienta más práctica y a la mano para que el ciudadano común pueda hacer valer sus derechos, la realidad es que no todos las quejas resultan en una resolución satisfactoria. “Los reclamos de los consumidores son un factor crucial para impulsar el cambio, sin embargo, es igualmente importante que la presión para mejorar el servicio provenga de múltiples fuentes, incluyendo las esferas directivas, los organismos reguladores y las entidades pertinentes, agregó Iparraguirre. “Esta colaboración es fundamental para implementar cambios estructurales y llevar a cabo una reforma integral de manera efectiva”. Crisis en el Metropolitano: ¿Medidas serán suficientes?

Medidas serán suficientes

Luciano Stucchi, además, asegura que  es importante tener en cuenta dos niveles de solución. “Primero, la solución inmediata, que va más allá de simplemente poner pistas y buses, sino que implica comprender quiénes son los usuarios de esos buses y sus necesidades”, explica el docente. ”Un ejemplo claro es el de altas temperaturas que pueden alcanzar los buses en verano, los cuales no están preparados para ese calor. Este ejemplo resalta la necesidad de corregir aspectos considerando al usuario para que el sistema funcione de manera mínimamente digna”.

En cuanto a las medidas a largo plazo, la clave para tener un sistema de transporte funcional para una ciudad de 10 millones de personas es contar con un sistema de transporte público masivo que circule en vías independientes, como se ha hecho en otros lugares y ha demostrado ser efectivo. Sin embargo, mientras no haya un compromiso de parte de las autoridades de hacer reformas estructurales y con visión a futuro, los pequeños cambios que se puedan hacer al sistema no serán suficientes.

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