Este tipo de infecciones suelen producir deshidrataciones leves y severas, siendo riesgoso en personas con las defensas bajas ya que puede causar la muerte. Niños menores a 5 años son los más propensos a contraer infecciones gastrointestinales.
Estamos propensos a sufrir de infecciones gastrointestinales, sobre todo por falta de refrigeración de los alimentos, descomposición o falta de higiene de los mismos. Por ello, es importante reconocer los principales síntomas para evitar complicaciones.
Importante: Niños menores a 5 años son los más propensos a contraer infecciones gastrointestinales
Ante ello, la especialista médica de B Braun Perú, Romy Mayta, explicó que los síntomas son diarrea, vómitos y dolor abdominal (pudiendo o no haber fiebre), las heces contienen mayor cantidad de líquido que lo normal provocando deshidratación y desnutrición.
“En temporadas donde aún hay altas temperaturas se debe tener cuidado con los niños, quienes son los más propensos a contraer estas infecciones ya sea por los alimentos que se descomponen por el sol o los gérmenes al no lavarse las manos”, advierte la especialista médica.
Los más vulnerables
Son los niños menores de 5 años y los adultos mayores quienes pueden descompensarse rápidamente; se deshidratan con facilidad siendo los principales síntomas boca seca o somnolencia. El aumento de sed es la primera alarma, si persiste puede acompañarse de hipotensión arterial; ausencia o bajo gasto urinario; la orina concentrada luce de color amarillo oscuro; ausencia de lágrimas; ojos hundidos; presentar letargo o coma (deshidratación grave), etc.
Dependiendo del germen que cause la diarrea el objetivo del tratamiento es evitar la deshidratación; siendo fundamental el soporte inmediato con rehidratantes orales listos para tomar como Frutti Ped que tiene los electrolitos específicos y sabores agradables para el consumo de los menores, evitando el cuadro de deshidratación”, recomienda la especialista de B Braun.
La experta de B Braun recomienda la higiene de las manos antes y después de ir al baño, antes de ingerir los alimentos, lavar bien frutas y verduras; no consumir alimentos en sitios no higiénicos; tomar agua hervida o esterilizada; refrigerar bien los alimentos y evitar romper la cadena de frío; etc.