Carla Campos, dirigenta de Agremub, contaba con experiencia en contabilidad, decidió abrir un minimarket y supo cómo reponerse a la pandemia que afectó su negocio. Día de la Madre: La lucha incansable de las mujeres peruanas a través del emprendimiento y resiliencia.
En el siglo XXI, la persistencia por los derechos de las mujeres es innegable, y las peruanas se destacan como un ejemplo claro de fuerza y voluntad para emprender y buscar alternativas para el sustento familiar. Según el Ministerio de la Producción, el 35.9% de los hogares del país son liderados por mujeres, así como lo son también un millón y medio de pymes.
La lucha incansable de las mujeres peruanas a través del emprendimiento y resiliencia
Un sector que refleja este espíritu emprendedor femenino es el de las bodegas: más del 70% están a cargo de mujeres, según la Asociación de Mujeres Bodegueras del Perú (Agremub). Esto no solo resalta la importancia creciente de las bodegas como fuente de emprendimiento, sino también el papel crucial de las mujeres en la economía del país.
La inclusión de las mujeres en actividades productivas y empresariales genera impactos significativos a nivel macro y microeconómico, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Además, incrementa el capital humano disponible y genera ingresos que las benefician tanto a ellas como a sus familias, lo que a su vez contribuye al crecimiento socioeconómico del país.
Carla Campos: superación y emprendimiento desde muy joven
A los 14 años, Carla Campos, quien es presidenta de Agremub, dejó su hogar en Junín y se trasladó a Lima en busca de oportunidades para forjar su futuro. Nueve años atrás, cumplió uno de sus más grandes sueños: abrir su minimarket en el corazón de Santa Anita.
Carla contaba con experiencia como técnica en Contabilidad y había trabajado en el área administrativa de una tienda en el Mercado Productores de Santa Anita. A ello le sumó su capital y asumió el desafío de abrir su propio minimarket: Santa Rosa.
La pandemia
Trajo consigo nuevos retos, y Carla se adaptó rápidamente a las medidas de seguridad. A pesar de la resistencia de algunos clientes, ella insistió en el uso de mascarillas y el distanciamiento social, priorizando la salud de su comunidad. Además, implementó métodos de pago digitales en su minimarket para minimizar el riesgo de contagio de COVID-19.
El minimarket Santa Rosa es un testimonio del coraje, la determinación y la capacidad de adaptación de Carla Campos. Su historia inspira a otras madres a perseguir sus sueños y enfrentar los desafíos con valentía y determinación.
El caso de Carla
Es ejemplo de que promover la participación de las mujeres en la fuerza laboral y proteger los pequeños y medianos negocios, como las bodegas, son pasos fundamentales para garantizar la igualdad de oportunidades y contribuir al desarrollo socioeconómico del Perú.
La historia de Carla Campos es un recordatorio de la importancia de apoyar y empoderar a todas las mujeres en su camino hacia el emprendimiento y el éxito económico.
