Tomado de ChikiOtaku .- En nuestro entorno no es raro encontrar a una madre, tía o abuela que inspiradas por la preocupación y su cariño nos proporcionan citas tan memorables como: “Ya apaga tu nintendoz, te va dejar mal de la cabeza”
Así que para ellas les tenemos buenas noticias, dado que el hobbie de su hijo podría no ser tan malo como algunos predicadores o sacerdotes comentan en la televisión.
Un estudio encabezado por la doctora Somine Kühn realizado por el Instituto Max Planck para el desarrollo humano, ha descubierto que hay resultados interesantes y positivos para aquellos que tienen como pasatiempo a los videojuegos en su rutina (sin abusos claro está). Para llegar a esta conclusión se hicieron diversas pruebas donde median a un grupo de personas que jugo durante 8 semanas el famoso “Super Mario 64” por 30 minutos todos los días.
En el experimento se tomaban imágenes IRM de los sujetos antes y después del estudio, éstas tomografías eran comparadas con las de otros individuos que no habían jugado en esas mismas 8 semanas.
El resultado fue que aquellos que jugaron, sufrieron de un aumento de la materia gris en el hipocampo derecho, en la corteza dorsolateral prefrontal derecha y ambos lados del cerebelo. En el caso de los que no jugaron, los científicos no encontraron ningún aumento de volumen.
Si bien este estudio puede ser perfecto para refutar la clásica frase de “los videojuegos son malos/del diablo/te pudren el cerebro/etc”, su principal utilidad será la de que ciertos juegos puedan ser usados como herramientas de terapia en un futuro, especialmente para aquellas personas que sufren de un estrés post-traumático. Inclusive se que (aunque no probado aún) podría usarse en enfermedades más graves como la esquizofrenia, trastorno bipolar o hasta el Alzheimer.
El estudio recuerda que este tipo de crecimiento del cerebro no es para todos los juegos, por lo que se necesitará tomar más muestreos para ver que otro tipo de reacciones positivas/negativas pueden causar otros títulos.
Hace no mucho vimos también un estudio que revelaba que las personas que jugaban tenían un mejor desempeño al aprender inglés.
Vía: IFLScience.
