Es una lesión frecuente cuando se realiza deporte y también ocurre en la vida diaria; sin embargo, muchas veces no se trata de manera oportuna y en forma adecuada, lo que genera inestabilidad, dolor y edema crónico en la zona afectada. Esguince de tobillo: ¿Qué pasa si no se trata?
Aquí radica la importancia de ser examinado con rapidez por un especialista para tener una correcta recuperación.
¿Qué pasa si no se trata?: Esguince de tobillo
El traumatólogo Clemente Aguilar, de la Clínica Ricardo Palma, explica que este tipo lesión se produce cuando se dobla, tuerce o gira el tobillo en forma exagerada. Esto causa el estiramiento o desgarro de los ligamentos de esta articulación.
Sus síntomas más frecuentes son: dolor que aumenta al apoyar la planta del pie, incremento de volumen por edema y hematoma en el área comprometida, limitación de movimientos y sensación de inestabilidad o desequilibrio.
Aunque la mayoría de las veces se produce por traumatismos directos (golpes) al efectuar actividades deportivas o de competencia, también ocurre por malas caídas después de un salto o girar el pie, por “falsas” pisadas y por correr, caminar o hacer ejercicios en superficies irregulares.
Para prevenir este tipo de traumatismo se aconseja realizar ejercicios de fortalecimiento de tobillo y de los músculos que lo rodean, usar zapatos adecuados que fijen bien el tobillo, usar una tobillera al correr, trotar o practicar deportes y evitar caminar por pisos caprichosos.
Dependiendo del grado de lesión
El tratamiento busca reducir el dolor e inflamación, ayudar a la curación del ligamento y recuperar el funcionamiento articular. En casos graves, es muy probable que el paciente necesite una intervención quirúrgica para recuperarse.