En imágenes lúdicas y cotidianas con personajes (amigos y familiares) que transitan en escenarios urbanos, donde los protagonistas son la soledad y el sentimiento, en muchos casos representando por un corazón solitario, como el símbolo inquebrantable del amor y la fragilidad, Gracia Teruya nos muestra su ingenio y creatividad en la exposición “Entre el cielo y el infierno”. “Entre el cielo y el infierno”, tercera individual de Gracia Teruya.
La artista peruana presentará sus obras en el cuarto piso de la Galería Martín Yépez del centro histórico de Lima del 24 de febrero al 23 de marzo. Curada por Juan Peralta, la exposición reúne una selección de pinturas de pequeño y mediano formato elaboradas con acrílico, óleo, plumones y tiza sobre lienzo, papel y MDF. Los cuadros son parte de la producción artística de Teruya comprendida entre los años 2011 y 2024.
Tercera individual de Gracia Teruya
Gracia Teruya desata sus memorias, capturando la esencia misma de la vida en cada trazo. Así, los lienzos se convierten en portales a mundos donde la ciudad se convierte en el teatro universal de la existencia humana. Estas no son solo pinturas; son ventanas a un proceso terapéutico íntimo, donde libera sus pensamientos y emociones de manera constructiva.
En palabras del curador: “Teruya utiliza el arte como un medio para expresar y liberar energías y emociones intensas, considerándolo una vía terapéutica que le permite canalizar sus pensamientos y sentimientos de manera constructiva. De esta manera, sus construcciones visuales nos instan a liberarnos de las etiquetas y condicionantes formales que provienen del mundo del arte y del mercado”.
Gracia Teruya no solo pinta; ella narra, con cada trazo, su propia epopeya de vida. Graduada en Artes Visuales y con una educación que fusiona las ciencias sociales, filosofía y religión, su arte es un testimonio de la complejidad de la existencia humana.
Acerca de la artista
Gracia Teruya Revilla (Lima, 1986) ha expuesto su primera individual “Un mundo aparte” en el Fondo de Cultura Económica en 2015 y la segunda “Amor, pasión y vida” en Corriente Alterna en 2018 y ha participado en exposiciones colectivas y salones de arte en Italia, Estados Unidos y Perú. Ha publicado el libro de artista El sueño de la luna en 2013 y Después del mundo en 2015. Más información en https://www.graciateruya.com/
- Lugar: Galería Martín Yépez
- Dirección: av. Nicolás de Piérola 938, Portales de Zela, Plaza San Martín, Lima, Lima – Perú
- Horario: lunes a sábado de 11 a.m. a 6 p.m.
- Inauguración: sábado 24 de febrero, 7 p.m.
- Temporada: del 24 de febrero al 23 de marzo de 2024
- Agradecemos su difusión.
- Texto curatorial de Juan Peralta
Entre el corazón azul y el rojo
Gracia Teruya es una artista polifacética que, trascendiendo sus lenguajes desarrollados en los campos de las formas, el color, la poesía, el video y la performance, mantiene la esencia de ser una comunicadora de historias, narrando vivencias propias que han representado grandes retos en su vida.
Entre el cielo y el infierno reúne producciones pictóricas, video y libros arte / poemario, cuyas imágenes evocan personajes (amigos y familiares) y lugares donde la profunda soledad y la tristeza forman parte de las memorias. Estas experiencias han dado origen a composiciones que se convierten en símbolos que denotan diversos estadios de su ser.
A pesar de la expresividad lograda mediante el manejo de las composiciones cromáticas y el trazo de los contornos, sea en la representación de sus parques, calles o casas, resulta imposible pasar por alto la fuerza con la que se transmite este imaginario que oscila entre la realidad y la subjetividad. De alguna manera, estas obras dialogan la violencia, el dolor y la angustia con el amor, la fe y la esperanza.
Teruya utiliza el arte como un medio para expresar y liberar energías y emociones intensas, considerándolo una vía terapéutica que le permite canalizar sus pensamientos y sentimientos de manera constructiva. De esta manera, sus construcciones visuales nos instan a liberarnos de las etiquetas y condicionantes formales que provienen del mundo del arte y del mercado.
Las obras de Teruya ofrecen una perspectiva única y original, desafiando las convenciones artísticas establecidas. En su arte, prevalece el sentimiento y el deseo sincero por revelar la importancia del amor, expresado mediante la imagen constante del corazón como órgano vital de la vida y como ícono del amor y la fragilidad. La elección de representar el corazón en rojo o en azul puede referirse a la dualidad y complementariedad de emociones, incluso opuestas, expresando la necesidad de un sentido de equilibrio y armonía entre fuerzas contrapuestas, como la calma y la pasión, el amor y el odio, la belleza y la fealdad.
En otras palabras, rescatamos su poderosa capacidad para transmitir la complejidad de las experiencias humanas a través de su arte. La referencia a la dialéctica existencial, el contraste y el conflicto como motores para avanzar y superar miedos, taras y limitaciones añade profundidad filosófica y sugiere un impulso positivo hacia el crecimiento personal y la superación. Es una reflexión poderosa sobre la conexión entre el arte y la vida. Un homenaje a su familia, a su mascota y aquellos seres que viven luchando con sus propios miedos y donde el silencio puede más que la voz. Y aunque algunos no se encuentren en esta dimensión, como dice la propia artista: «… Desde el cielo o las estrellas siguen siendo luz».
En la obra de Teruya, los referentes artísticos se presentan de manera tácita al evocar los trabajos de artistas vinculados al movimiento expresionista, el simbolismo, el fauvismo o las propuestas de Marc Chagall, Oskar Kokoschka. Además, no podemos pasar por alto la poderosa influencia de la línea de género que se aprecia en cada una de sus creaciones, recordándonos, de alguna manera, a figuras notables como Remedios Varo y, aunque con distancias evidentes, los icónicos trabajos de Frida Kahlo.