Crianza positiva: ¿Cómo aplicar buenas prácticas con los hijos?

¿Cómo aplicar buenas prácticas con los hijos?

Uno de cada 5 cuidadores realiza prácticas de violencia física y/o psicológica a su niño menor de 18 meses, según la Evaluación de Competencias Socioemocionales de Niños e Indicadores de Salud Mental de Cuidadores (ECIC). Crianza positiva: ¿Cómo aplicar buenas prácticas con los hijos?

La crianza positiva es una práctica que se centra en que las madres, padres o cuidadores brinden un ambiente saludable y óptimo para sus hijos, a través de la comunicación,  comprensión y el respeto, para garantizar un buen desarrollo.

¿Cómo aplicar buenas prácticas con los hijos?

Sin embargo, no es una labor sencilla, muchas veces la falta de información, las condiciones sociales, la falta de asesoramiento y las ‘costumbres’ familiares pueden llevar a aplicar prácticas inadecuadas de violencia, en un contexto que la normaliza.

“Los resultados de la ECIC, han visibilizado una situación preocupante en torno a la crianza de las niñas y niños; que 1 de cada 5 cuidadores realice prácticas de violencia física y/o psicológica a su niño menor de 18 meses, es algo preocupante, o que 6 de cada 10 madres y padres tengan prácticas disciplinarias inconsistentes (prácticas poco habituales a lo que el niño está acostumbrado), muestra problemas en la crianza, ya que un niño que crece bajo estas condiciones puede verse afectado en su bienestar emocional, desarrollo cognitivo y en sus relaciones a futuro”, comenta Mijail Surpachin, coordinador de proyectos complementarios del Programa de Acompañamiento a Familias CIB de la Fundación Baltazar y Nicolás.

¿Cómo aplicar buenas prácticas con los hijos?

Al respecto

El especialista nos comenta algunos aspectos a tomar en cuenta si deseamos promover una crianza positiva:

Comunicación efectiva: Mantener una comunicación abierta y respetuosa con los hijos es fundamental. Saber escuchar sus pensamientos, ideas y sentimientos, contribuye a generar un espacio de confianza.

Ser su ejemplo: Los niños aprenden observando a los adultos. Como padre, madre o cuidador, se debe ser un modelo positivo, por ejemplo, en el manejo de emociones, el trato con los demás y con un comportamiento respetuoso.

Resolución de conflictos positiva: Enseñar a los hijos a resolver conflictos de manera pacífica y constructiva, promoviendo la comunicación y la búsqueda de soluciones mutuas en lugar de recurrir a la agresión o los gritos.

Fomentar el amor y el apoyo emocional: Se debe mostrar amor y afecto a los hijos de manera regular. Compartir sus emociones y ofrecer apoyo emocional cuando lo necesiten, priorizando su salud mental. Brindar consejos y no minimizar sus sentimientos.

Establecer límites claros: Se deben definir reglas y límites apropiados para la edad y etapa de desarrollo de los hijos. Estos límites deben ser coherentes, con consecuencias justas y comprensibles, siempre con respeto y sin recurrir a límites autoritarios.

“La crianza positiva es una suma de aspectos que generan un ambiente propicio para el desarrollo saludable de las niñas y niños. Es algo que se construye y va fortaleciendo día a día y va avanzando conforme van creciendo los hijos”, concluye Surpachin.

Con el fin de promover la crianza positiva

La Fundación Baltazar y Nicolás creó el Programa de Acompañamiento a Familias CIB, el cual cumple 10 años de servicio acompañando a gestantes y familias con niños menores de 3 años en situación de vulnerabilidad en el Perú, para tener más niñas y niños sanos, seguros y felices. Este acompañamiento, informa y brinda soporte a madres, padres y cuidadores, en aspectos de alimentación, apego seguro, regulación de emociones y orientación para una crianza respetuosa.

Para conocer más sobre el servicio que ofrece el Programa de acompañamiento a familias, de manera presencial o virtual, visita la página web, haciendo clic aquí.

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