La creación de un fondo de estas características en el Perú representaría un especial beneficio para los pacientes y un sistema de salud eficiente y efectivo. Sociedad civil busca la creación de un fondo para enfermedades de alto costo.
Las enfermedades de alto costo representan un grave problema de salud pública en el Perú. En el año 2018, las enfermedades neoplásicas se convirtieron en la principal causa de muerte prematura y en 2019, los tumores malignos ocuparon el cuarto lugar en la lista de enfermedades que más afectan a la población.
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En el caso de las enfermedades raras y huérfanas (ERH), unos 2 millones de peruanos(as) padecen una ERH, la mayoría degenerativas con un 75% de pacientes pediátricos, la cobertura financiera actual resulta insuficiente. Para ilustrar este punto, en Uruguay se destinan aproximadamente S/16 de medicamentos por habitante para tratar estas enfermedades, mientras que en Perú, la cifra apenas alcanza los S/4.6 por habitante.
Frente a esta problemática, Miriam Ramirez, directora de la asociación de Desórdenes del Ciclo de la Urea y Enfermedades Metabólicas o llamadas también Errores Innatos del Metabolismo (Adcum EIM), explica que mediante el estudio realizado por Videnza Consultores, se ha generado información importante acerca de los las necesidades de las personas que sufren enfermedades catastróficas y los potenciales beneficios de un fondo que cubra enfermedades de alto costo. Además, se han analizado experiencias internacionales que puedan proporcionar características ideales para el funcionamiento eficiente del Fondo. «Han estudiado las experiencias de Chile, Colombia, México y Uruguay en la implementación de Fondos de Alto Costo, con el objetivo de identificar buenas prácticas y áreas de mejora para el sector salud y especialmente para beneficio de los pacientes», agregó.
Asimismo, Indyra Oropeza, fundadora de la ONG Con L de Leucemia, señala que el Congreso de la República ha presentado dos iniciativas legislativas que tienen como objetivo abordar de manera integral el problema de las enfermedades de alto costo en el país: el Proyecto de Ley N.º 1378/2021, que propone la creación del Fondo Nacional Universal en Salud de Alto Costo (FONSALUD), con el fin de garantizar una cobertura financiera universal para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de alto costo para la población en general. Por otro lado, el Proyecto de Ley Nº 3407/2022 busca establecer una Cuenta Nacional de Alto Costo en Salud (CUNASA) para administrar fondos de aseguramiento en salud que aborden tanto el diagnóstico como el tratamiento de estas enfermedades.
Con esta iniciativa
En el estudio presentado por Videnza se identifican cuatro beneficios claves a largo plazo:
- Cobertura universal. FONSALUD y CUNASA garantizan una cobertura financiera universal para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades de alto costo, asegurando que todos los ciudadanos tengan acceso a la atención médica que necesitan.
- Reducción de la fragmentación. Este fondo ayudaría a reducir la fragmentación en el sistema de salud, promoviendo una mayor coordinación entre los diferentes actores y sectores involucrados para dar acceso equitativo a la salud en beneficio de los pacientes de enfermedades catastróficas.
- Fortalecimiento de instituciones. Varias entidades, como el Minsa, SIS, EsSalud, las Sanidades de las FFAA y la PNP, RENETSA, Red Oncológica, Red Minsa y Gobiernos Regionales, se beneficiarían con el fortalecimiento de sus funciones y una mayor participación en el diseño y cobertura del fondo.
- Acceso oportuno. Los usuarios tendrían acceso oportuno a tratamientos y tecnologías necesarios para enfermedades de alto costo, evitando retrasos en la atención médica.
Al respecto
Indyra Oropeza y Miriam Ramírez señalan que la creación de un fondo de estas características en el Perú representaría una ganancia significativa para el sistema de salud en su conjunto, a pesar de los costos iniciales de implementación. «Este fondo no solo contribuiría a reducir la fragmentación existente entre los sectores de salud, sino que también marcaría el inicio del fortalecimiento del sistema, garantizando la atención oportuna y adecuada de los pacientes con enfermedades catastróficas a quienes hoy en la práctica el Estado no les garantiza su derecho a la salud», finalizó.