Ante el desafío de retener talento y fomentar relaciones laborales saludables, Rosa María Fuchs, profesora e investigadora de la UP, resalta que la satisfacción laboral impacta en la productividad y estabilidad económica de las empresas. Día del Trabajo: 5 estrategias para fomentar óptimas relaciones laborales y colaboradores satisfechos.
¿Cuántas horas al día dedica a su vida laboral? De acuerdo con el INEI, durante el año pasado, los trabajadores en Lima Metropolitana tuvieron una jornada semanal promedio de 50 horas. Dada esta situación, es crucial contar con colaboradores felices, satisfechos y motivados, ya que esto no solo beneficia al trabajador a nivel individual, sino que también tiene un impacto significativo en el éxito de la empresa.
5 estrategias para fomentar óptimas relaciones laborales y colaboradores satisfechos
Rosa María Fuchs, profesora principal del Departamento Académico de Administración e investigadora de la Universidad del Pacífico, explica que un colaborador satisfecho no solo demuestra una mayor productividad y compromiso, sino que también contribuye a crear un ambiente laboral más armónico y colaborativo.
“Además, implica una reducción en la rotación de personal, lo que -a su vez- disminuye los costos asociados con la contratación y capacitación de nuevos colaboradores. Al final, un mercado laboral en el que los trabajadores se encuentran satisfechos y las empresas prosperan genera un entorno económico más estable y próspero”, sostuvo.
En el marco del Día Mundial del Trabajo
La especialista nos brinda cinco estrategias de gestión que pueden implementarse para mejorar las relaciones laborales y la satisfacción de los colaboradores en el trabajo:
- Velar por los intereses de los trabajadores: no solo mejora el clima organizacional, sino que también impulsa la productividad empresarial. Un entorno laboral saludable promueve la armonía y desencadena una serie de efectos sinérgicos que reducen los conflictos, aumenta el bienestar laboral y establece los cimientos para una convivencia laboral armoniosa. Esto, a su vez, facilita la expresión de la creatividad, la innovación y, en última instancia, la productividad.
- Construir un ambiente de confianza y bienestar emocional: es recomendable monitorear con entrevistas y encuestas lo que sienten los miembros de la organización con respecto a la confianza institucional. Esta información será esencial para promover un entorno laboral saludable y productivo. Para ello, la alta dirección y las gerencias funcionales deben comprometerse a fomentar relaciones sólidas y de confianza con los empleados.
- Evitar los ambientes tóxicos: un entorno laboral tóxico erosiona el compromiso de los trabajadores. Con frecuencia, las quejas formales no se presentan, lo que dificulta identificar y corregir estas incidencias. Ya sea que las quejas se formalicen o no, el sentimiento de satisfacción de los empleados se ve afectado por una constante sensación de inseguridad e incomodidad.
- Reconocer las necesidades de los trabajadores: cada jefe debe reconocer que su función principal es facilitar el desarrollo de sus colaboradores. Para lograrlo, es fundamental conocer las necesidades y objetivos individuales de cada uno, de modo que, en la medida de las posibilidades de la empresa, se pueda contribuir al logro de dichos objetivos. Esta tarea recae en cada jefe dentro de la organización.
- Ofrecer la oportunidad del aprendizaje constante: las nuevas generaciones, en particular, tienden a buscar más que un simple trabajo: desean una experiencia laboral que les permita crecer, adquirir nuevas habilidades y sentirse conectados con el propósito de la empresa. Esta estrategia satisface sus aspiraciones al proporcionar la posibilidad de ampliar sus conocimientos, mejorar sus habilidades y avanzar en sus carreras profesionales dentro de la organización.
Fuchs remarca que
La adaptación a las cambiantes expectativas y necesidades de la fuerza laboral actual no es una tarea estática, sino un proceso continuo que requiere un compromiso activo de todos los niveles jerárquicos. Una visión empresarial que integre tanto objetivos a corto como a largo plazo, junto con un liderazgo que priorice el bienestar y el desarrollo del personal, será fundamental para mantener una fuerza laboral satisfecha y competitiva en el mercado actual.