El presidente de la Cámara Peruana de Franquicias, economista Omar Azañedo Sayán, menciona que el crecimiento de franquicias peruanas se ha dado de forma empírica, por lo que se requiere trabajar en una política que fomente la formalización basada en la profesionalización de las marcas y la seguridad y estabilidad jurídica para las inversiones. SE REQUIERE UNA LEY QUE PROFESIONALICE AL SECTOR FRANQUICIAS EN PERÚ.
El crecimiento del sector franquicias en Perú requiere de un proceso de profesionalización que permita la adaptabilidad de los modelos de negocio en cualquier economía de libre mercado. Por lo que es vital la articulación política de los poderes del Estado, a fin de fomentar este modelo de negocio popular a nivel mundial en los emprendedores peruanos. Así lo afirmó el economista Omar Azañedo Sayán, presidente de la Cámara Peruana de Franquicias.
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Esta alternativa empresarial, que permite replicar una fórmula con resultados positivos en cualquier parte del mundo, sigue escalando en el país gracias al desarrollo de marcas globales que operan en Perú, y de marcas peruanas que incrementan su presencia en diversos mercados locales a través del franquiciamiento.
“Hoy en día en el Perú existen alrededor de 550 franquicias entre nacionales y extranjeras. De ese universo, aproximadamente el 30% pertenece a nuestro gremio. Nosotros, como Cámara Peruana de Franquicias, estamos realizando un proceso de captación de marcas, pero también de profesionalización, ya que un alto número de franquicias locales ha ido consolidándose de forma práctica, y necesitan la sistematización adecuada para crecer escalonadamente hacia otros mercados. Buscamos que los negocios formalicen sus procesos con el objetivo de que haya una oficialidad que le dé envergadura a la marca, un soporte que garantice la institucionalidad de un sector en crecimiento”, comenta Azañedo Sayán.
Cabe señalar que
La Cámara Peruana de Franquicias es una asociación que este 2024 cumple su vigésimo aniversario de fundación, contando en su gremio con marcas liderando importantes rubros como gastronomía, belleza, educación, salud y negocios especializados.
“Las grandes economías ya no son economías de productos, sino de servicios, de ideas, y a eso tenemos que apuntar como país. Si bien el rubro gastronomía es el más visible, en cuanto a desarrollo de franquicias, por ejemplo, en el Perú podemos ver muchas franquicias globales en el formato fast food, mientras que, desde Perú hacia otras economías, lo que más se franquicia son negocios de restaurantes de alta gama, los cuales buscan empoderarse en mercados premium con alta competitividad, dado el prestigio que ha ido tomando la gastronomía peruana”, detalla Omar Azañedo Sayán.
Otro ejemplo es la industria de la moda, por muchos años el Perú ha sido proveedor de materia prima para la gran industria textil mundial. Hoy en día surgen grandes productores peruanos de marcas globales, pero también la aparición de marcas competitivas hechas por diseñadoras y diseñadores locales que comienzan a posicionarse en grandes mercados del mundo.
“Hay rubros bastante ‘franquiciables’ en el país. Desde marcas gastronómicas, textiles y servicios digitales. Sin embargo, el desarrollo del sector franquicias requiere del gobierno para promoverlas, más allá de generar subsidios o liberar impuestos. Es necesario que se regulen las actividades a fin de generar y facilitar una mayor formalidad y profesionalización. Pasa por una etapa de evangelización, pero también de implementar lineamientos políticos que garanticen la libre competencia. Si se da una articulación adecuada entre el sector franquicias y el gobierno, calculamos que en 4 o 5 años podría verse una mayor tasa de formalización en nuestra economía con un crecimiento entre 10 % y 15% anual del rubro”, comenta Omar Azañedo Sayán.
Las franquicias
Representan una oportunidad para los emprendedores peruanos, existen franquicias que no requieren de mucha inversión. Y algo que beneficia al inversionista es la experiencia de crecimiento y resultados de la marca, que permite que los riesgos y la curva de aprendizaje se reduzcan considerablemente.
“Montar una franquicia puede ir de US$ 20K a US$ 100K de inversión, dependiendo del negocio o el valor de la marca. Pero también hay marcas nuevas y otras ya exitosas que tienen un canon de entrada de 5 a 15 mil dólares. Y hay franquicias que tienen canon de entrada, pero a la vez requieren de una inversión mayor para su implementación, como alquiler de local o desarrollo de infraestructura, donde el monto puede ser de mayor a los US$ 100K aproximadamente. Es importante analizar la información y la capacidad de adaptabilidad del negocio o tropicalización”, explica Omar Azañedo Sayán.
- Para conocer más de la Cámara Peruana de Franquicias, visite: https://cpfranquicias.com/.