La policía china detuvo en Guangxi a un hombre que robó 2.000 pares de bragas y sostenes a sus vecinas. Dicho sujeto escondía las piezas de lencería robada en el doble techo de las escaleras del edificio donde vivía, según informa el diario South China Morning Post.
Los residentes del complejo habitacional no podían imaginar que el ladrón era uno de los vecinos. El hurto se dio durante el lapso de un año. La identidad del responsable no ha sido revelada.
El ladrón vio descubierto su escondite cuando uno de los techos de las escaleras cedió por el peso de la ropa interior. Cayendo la lencería robada al suelo.
Hace poco, un hombre de 22 años fue capturado un mes después de robar 17 pares de lencería de diferentes mujeres.
Fuente: Correo