Políticas públicas y el desarrollo de una infraestructura de carga son claves en la transición hacia vehículos no contaminantes en el país. Electromovilidad en Perú: mitos y realidades sobre la implementación de vehículos eléctricos.
Perú avanza firmemente hacia la electromovilidad, rompiendo mitos y estableciendo proyecciones ambiciosas. A fin de impulsar un transporte más limpio, el país enfoca sus esfuerzos en incrementar la adopción de vehículos eléctricos, enfrentando desafíos como la infraestructura de carga y los prejuicios existentes.
Mitos y realidades sobre la implementación de vehículos eléctricos: Electromovilidad en Perú
Según datos de la Asociación Automotriz del Perú (AAP), al cierre del tercer trimestre se comercializaron 194 vehículos eléctricos puros y 195 de híbridos enchufables, lo que representa el 6% y 6.1% respecto al 2.5% y 4.2% del total de vehículos electrificados en similar periodo del 2021. “Este crecimiento en nuestro país revela una tendencia global: la búsqueda de alternativas sostenibles ante la crisis climática”, indica Edwin Zorrilla, gerente comercial para Perú y Bolivia de Schneider Electric.
A pesar de las dudas iniciales, estudios muestran que los vehículos eléctricos son más económicos, a largo plazo, en comparación con los autos convencionales. Asimismo, se trabaja en expandir la red de estaciones de carga para facilitar la transición y garantizar la accesibilidad a los usuarios.
La implementación de políticas públicas en pro de la movilidad sostenible es consistente con los objetivos internacionales de reducción de emisiones de carbono. El experto de Schneider Electric reafirma la necesidad de un cambio cultural y tecnológico, junto con una actualización de nuestra regulación para establecer una hoja de ruta hacia la transición energética y desarrollar incentivos que faciliten la importación y uso de vehículos no contaminantes.
“A pesar de los avances y del optimismo, subsisten barreras para la adopción total de la electromovilidad, la cual está rodeada de mitos que necesitan ser esclarecidos para una adecuada comprensión del avance tecnológico en el transporte”, explica Edwin Zorrilla.
- Dónde cargar los vehículos eléctricos es uno de los puntos que genera duda porque mucha gente cree que es complicado o desconoce la complejidad de una estación de servicio con enormes tanques subterráneos de combustible contra la facilidad en la instalación de estaciones de carga. Por ello, a pesar de lo incipiente de nuestro mercado ya se han implementado puntos de carga en centros comerciales y se viene desplegando en las autopistas como la Panamericana, que ya cuentan con cargadores eléctricos, permitiendo una recarga completa en aproximadamente cinco horas con carga AC (en centros comerciales) y media hora con carga DC de alta potencia (en autopistas que es lo que se requiere para eliminar la ansiedad de rango)
- La duración de las baterías es otro aspecto que preocupa a los usuarios, pero los fabricantes de vehículos eléctricos ofrecen garantías de hasta 10 años o 500,000 kilómetros, más que suficiente para el uso que le darán.
- Las preocupaciones sobre la fuente de energía eléctrica utilizada para los vehículos eléctricos también han sido un tema de debate. Aunque la componente renovable aumenta año tras año, la mayor eficiencia energética de los vehículos eléctricos los hace más sostenibles incluso cuando se cargan con electricidad de fuentes no renovables, reduciendo así el impacto medioambiental.
Cargadores rápidos y lentos
La AAP indica que nuestro país cuenta con 52 puntos de carga (rápidos y lentos) para el uso de vehículos eléctricos. De los cuales, 18 se encuentran en Lima, y el resto en regiones como Abancay, Áncash, Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Ica, Junín, La Libertad, Lambayeque, Moquegua, Pasco, Piura, Puno, Tacna y Tumbes.
Regulación para vehículos eléctricos
El reto reside en actualizar las regulaciones para que los vehículos eléctricos puedan competir en igualdad de condiciones con los modelos de combustible y considerar incentivos para favorecer la transición hacia una flota de transporte menos contaminante.
Asimismo, el sector privado ha comenzado a identificar los beneficios de la electromovilidad con inversiones en vehículos eléctricos para la renovación o ampliación de sus flotas y operaciones, con casos de éxito muy relevantes recientemente en proyectos de expansión de puertos y aeropuertos.
“Las empresas están realizando análisis de costo-beneficio y costo total de propiedad que favorecen la adquisición de dichos vehículos, no obstante, existe una necesidad imperante de normas y estímulos adicionales que alienten a más empresas privadas a sumarse a esta transición”, señala Edwin Zorrilla.
Proyección a futuro
La adecuación de la tecnología y capacitación técnica para el ensamblaje local y mantenimiento de estos vehículos representa un desafío, pero a su vez una gran oportunidad que ya está siendo desarrollada por empresas peruanas. El desarrollo de programas de formación y la inversión en tecnología se consideran pasos clave para la adopción de la electromovilidad.
Por otro lado, urge la necesidad de migrar el transporte urbano hacia buses eléctricos, un proceso que no se ha iniciado, pero necesario mediante nuevos modelos de concesión. Paralelamente, las empresas inmobiliarias deben incorporar infraestructuras de carga en sus nuevos proyectos, atendiendo al creciente interés de los ciudadanos en adquirir vehículos eléctricos y en satisfacer las demandas energéticas de la electromovilidad, a escala residencial. Electromovilidad en Perú: mitos y realidades sobre la implementación de vehículos eléctricos.
En el largo plazo, el Perú debe continuar el camino hacia la electrificación del transporte, que como en otros rubros representa eficiencia energética y sostenibilidad, apostando en este proceso por una movilidad más verde que beneficiará tanto al medio ambiente como a la economía. La educación y conciencia colectiva serán determinantes en este proceso de transición energética, así como el compromiso del país con la sostenibilidad, que marca un camino a un futuro libre de combustibles fósiles.
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